Entonces, pienso.
En las palabras.
Las mías,
las que son tuyas.
Cuántas palabras te he regalado,
cuántos besos disfrazados de palabras.
Cuántas palabras heridas has dejado,
cuántas palabras he desperdiciado.
Pero las palabras no se desperdician.
Están ahí, esperando.
Ser lágrimas, ser besos.
Dejar de ser ausencia,
esperando ser amor.
Me he asomado unos minutos a esta ventana. Un enlace de mi hermano me llevo a "Ojala que te vaya bonito" de chavela, yo de ahi me fui a " la llorona". Con este verso tuyo cierro el circulo. Gracias.
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