Tomás metió el sobre en el buzón. Llevaba en el rostro el gesto de solemnidad que el esperar una respuesta decisiva requería. Permaneció en silencio frente al buzón, respiró hondo y a modo de despedida dijo: —Bien, destino, es tu turno. Y se marchó.
Doce años después, el Padre Tomás regresaba a su pueblo natal a tomar unas pequeñas vacaciones. Estaba viendo fotografías cuando, Manuel, viejo amigo y encargado de la oficina del correo, llegó.
—No vas a creer lo que pasó, Tomás. He movido los cajones de los apartados postales, cosas de remodelación, y entre ellos apareció este sobre. Mira, es para ti.
Tomás tomó el sobre amarillento con la curiosidad con la que miraba todo. El olor a papel viejo siempre le había gustado, lo acercó para olerlo y pasó la mano sobre él. Leyó el remitente y de inmediato supo de qué se trataba. Abrió el sobre con paciencia mientras Manuel seguía, cual niño, cada uno de sus movimientos. Sacó la carta, leyó y dejó escapar una risa traviesa.
—Esto, Manuel —dijo mirando divertido a su amigo—, es una carta del destino. Es la carta en la que el destino viene a decirme doce años después que sí, que él hizo lo suyo.
Doce años después, el Padre Tomás regresaba a su pueblo natal a tomar unas pequeñas vacaciones. Estaba viendo fotografías cuando, Manuel, viejo amigo y encargado de la oficina del correo, llegó.
—No vas a creer lo que pasó, Tomás. He movido los cajones de los apartados postales, cosas de remodelación, y entre ellos apareció este sobre. Mira, es para ti.
Tomás tomó el sobre amarillento con la curiosidad con la que miraba todo. El olor a papel viejo siempre le había gustado, lo acercó para olerlo y pasó la mano sobre él. Leyó el remitente y de inmediato supo de qué se trataba. Abrió el sobre con paciencia mientras Manuel seguía, cual niño, cada uno de sus movimientos. Sacó la carta, leyó y dejó escapar una risa traviesa.
—Esto, Manuel —dijo mirando divertido a su amigo—, es una carta del destino. Es la carta en la que el destino viene a decirme doce años después que sí, que él hizo lo suyo.
Hijole, era una carta de una ex noviecilla o algo así verdad? Qué terrible, en cierto sentido.
ResponderEliminarMe gustá, el detalle del papel viejo es bonito.
Hola. :)
Me da curiosidad saber que decía la carta ..... a lo mejor la decisión estaba tomada sin importar lo que dijera...
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