lunes, 6 de septiembre de 2010

El primer post

No, no es el primero, pero debió serlo. Los nervios, la emoción, el miedo, a fin de cuentas algún sentimiento, me hizo brincarme el primero. Pero aquí estoy.

Y lo primero del primero es agradecer a C., por la libreta roja, por todo. Él lo sugirió, escuché y le hice caso: Lo estoy intentando. ¿Qué intento? Exactamente no lo sé. Quizá intento decir algo. Quizá intento callar. Tal vez necesito un pasatiempo. O, muy probablemente, un desahogo. Lo cierto es que decidí escribir porque me gusta. Así, simple y sencillo, como yo. Y empiezo a hacerlo en un momento de fragilidad, de nostalgia y sobre todo de confusión. Cubro los requisitos, ¿cierto?

Me gustaria que me leyeran, desde luego. Trataré de no hacerlo tan mal. Desconozco si volveré a escribir o la frecuencia con que lo haga. La intención la tengo y, por ahora, eso me basta.

1 comentario:

  1. Recuerdo el tweet por el cual decidí seguirte: “Al final una termina enamorándose de aquel que le pregunta si ya comió.” Creo que es así. Cuando supe que podía marcar tweets favoritos lo hice.

    Me conmovió la desolación así escrita. El sabor de lo irremediable. Echándole cabeza me agrada cómo el centro instintivo luego toma decisiones que le corresponden al emocional. Pero ello es otra historia…

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